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domingo, 23 de septiembre de 2012

La luz al final de la marcha


Quiero decir algo que me viene molestando hace rato. Hasta hace poco tenía una plataforma llamada Parábola Constante donde podía plantear ideas y todo eso. Pero ese blog murió y ya está, no me queda más que Tumblr para hacerlo.
Lo que me molesta tiene que ver con el cómo se ha dado la revolución estudiantil hasta ahora, con acusaciones de “visiones ideológicas” de parte de la clase política y todo eso. Creo sólo cabe una respuesta ante esa acusación y es la siguiente: “ehm sí, y?”.
Obviamente hay rasgos ideológicos, que idiotas! Si vamos a una definición completamente técnica del concepto “ideología” vemos que es simplemente “un conjunto de ideas”, eso dejando fuera sus planteamientos filosóficos y sociológicos.
El punto es que si desde el gobierno van a acusar de “ideológicos” a los estudiantes, deben aceptar que ellos también están defendiendo su ideología. Cosa que no pasará porque en algún momento de la historia ser ideológico o plantear posturas ideologizadas se volvió cavernario y cerrado. Si ven que quieres cambiar el modelo te acusan de ideológico y ya está. Tus ideas se fueron a la cresta.
Pero ¿dónde está el punto ideológico del petitorio? El punto ideológico apareció cuando los estudiantes se dieron cuenta de que para cambiar la educación en Chile se debía empezar por una reforma tributaria. Eso quiere decir que no sólo se tenía que tranzar con el ministro de educación, sino que también con el de hacienda (el que tiene el verdadero poder en el gobierno), y eso ya convirtió todo en una reforma al modelo completo.
El problema para el gobierno es que para mantener el modelo que uno defiende, es fundamental que las políticas económicas no sean más que axiomas, herramientas y técnicas. O sea, verdades incuestionables. Y ¿Para qué? Bueno, fácil, porque es la plata la que toma las decisiones en este país. Es la plata lo que lo manda todo. Manda desde lo más macro en administración pública hasta lo más micro a nivel del ciudadano. Ya lo dijo Bill Hicks hace dos decadas “Todo se trata de dinero, no de libertad. ¿Crees que eres libre? Intenta a ir a alguna parte sin dinero.”. Por eso es que el Ministro de Hacienda es más poderoso que el presidente. En otras palabras, manteniendo la economía fuera de la discusión política pueden hacer lo que les venga en ganas.
Si llegamos a negociar directamente sobre el modelo económico del país es que en verdad llegamos al núcleo del poder. Si el gobierno no se defiende tildando a los estudiantes de ideológicos deja abierta la puerta de la economía y les entrega el mango del sartén. Es por eso que es tan importante repetir y repetir su discurso en los medios para que esa acusación, apoyada en la ignorancia popular, tome fuerza.
En resumen, lo que piden los estudiantes es cambiar el modelo y lo que quiere el gobierno es mantenerlo. Hasta ahora ninguno ha cedido nada porque el gobierno solo entrega mejorías a SU modelo y tilda a los estudiantes de ideológicos para que no se acerquen a las finanzas que son las que realmente van a hacer que la educación en Chile cambie.
Mi visión de todo es más bien pesimista. El gobierno tiene la defensa más férrea, una que ha funcionado desde siglos y siglos para mantener obediente a la sociedad y se requiere de un plan comunicacional tremendamente potente para revertirlo.
El camino, creo, debe ser ese, un importante plan comunicacional por parte de los estudiantes. Quiero decir, ya lograron una tarea importantísima que es poner en la palestra rostros tremendamente carismáticos como Giorgio Jackson, Camila Vallejo y Gabriel Boric. Es en ellos que ahora la fuerza del movimiento - en representación de los miles que apoyan el petitorio - debe concentrarse para llevar la batalla a los medios de comunicación. Las marchas dejaron de conmover al ciudadano común porque, justamente, en los medios se muestran principalmente los guetos bandálicos de las movilizaciones, lo que en vez de aportar a la empatía genera rechazo en la comunidad que solía apoyar las ideas de cambio.
Es una tarea titánica, sobre todo si tomamos en cuenta que los principales y más influyentes medios de comunicación en Chile son patrimonio de la elite, y no la política, sino que la económica, es decir, los menos interesados en cambiar el modelo. Por fortuna es todo lo que tienen. Quitandoles la fuerza comunicadora quedarán completamente vulnerables, por lo que ingenuo sería pensar que lo dejarán fácilmente.
La luz de esperanza, aunque siempre a largo plazo, es la de los nuevos medios digitales. Son estos, los que dirigidos principalmente por mentes jóvenes y progesistas, pueden abrirle un espacio al movimiento estudiantil y dejarlos educar a la ciudadanía sobre la importancia de abolir el modelo económico injusto y segregador instalado.
Es dificil, y mucho. Las generaciones antiguas poco y nada saben de nuevos medios. Ellos siguen informandose a través de los medios tradicionales manejados por los poderes fácticos. Asumiendo como verdad las informaciones y los puntos de vista que se les entregan y asintiendo sin cuestionar a la postura que implicitamente se les promueve.
El cambio no será hoy ni mañana, el real cambio vendrá cuando las bondades de internet penetren en lo más profundo de la sociedad. Tal como lo pensó Lenin cuando postuló la democracia vitalmente ligada a una red bancaria mundial y libre, sólo que adaptada a un mundo contemporaneo donde la internet llegó a tomar el lugar de los bancos.